La naturaleza involuntaria de los milagros

La naturaleza involuntaria de los milagros

En Un curso de milagros, Jesús nos dice que los milagros deben ser involuntarios, y que no deben controlarse conscientemente. (UCDM, T-1.I.5) Así que cuando nos encontramos felices sin ninguna razón en el mundo, o estamos fluyendo, ¡eso es el milagro! Puedes entregarte a él, pero no lo puedes controlar.

Lo único que se nos pide es que le preguntemos a Jesús: «¿Cómo quieres que sirva? ¿Qué quieres que haga?» Jesús puede obrar milagros indiscriminadamente porque sabe en qué parte del plan del Despertar serían más útiles nuestras fortalezas. Él tiene la vista panorámica, la vista del Espíritu, de todo.

El hacedor quiere que todo esté bajo control consciente. Su atención se centra siempre en la forma en vez de la mente. Sin embargo, los milagros son completamente involuntarios. Escuchar y seguir la guía del Espíritu en cada momento es lo más importante en lo que podemos centrar nuestra atención. Todos tenemos esta capacidad, porque todos tenemos la conexión, o ese enlace, con el Espíritu dentro de nosotros.

¿Qué tan espontáneo estás dispuesto a ser?