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¿Cómo se vive con una mente dividida, estando en el mundo, pero no siendo del mundo?

Pregunta:
Estoy muy agradecida por tu ayuda poniendo asuntos insignificantes (como un techo con goteras) en una perspectiva espiritual. Aunque hay veces que siento perderme cuando trato de entender cómo funciona. Mientras creamos que estamos aquí, debemos pagar las facturas, disfrutamos el confort de la comida, la electricidad y el agua dulce de nuestros grifos. Soy enfermera, perdí mi trabajo porque atestigüé contra un policía y un doctor de emergencias que abusaron de un paciente. Me vi obligada a renunciar, y no he trabajado como enfermera desde entonces. Finalmente conseguí un trabajo en el estacionamiento del aeropuerto, y trabajo diez horas cuatro noches a la semana con un salario mínimo.
Algunos/as enseñan que el UCDM no se preocupa por la salud física. Para mí, si creo que yo inventé este cuerpo, entonces puedo estar saludable si elijo estarlo. ¿Por qué, entonces, es difícil para mí hacer lo mismo en otras áreas? Ya ni siquiera sé rezar. No sé qué es apropiado pedir, o si debería pedir o no. Pero sí recuerdo reírme, y amo. ¿Cómo vives con esta mente dividida, estando en el mundo pero no siendo del mundo, y qué es lo que no estoy viendo que me preocupa?

Respuesta:
Gracias por dar a conocer tus pensamientos, preguntas y reflexiones. Tu historia puede ser un fuerte recordatorio de que has «avanzado» espiritualmente para aceptar la Expiación y el Despertar del sueño del mundo. Lo que el mundo ve como éxitos materiales son retrasos espirituales, y lo que el mundo ve como fracasos materiales son oportunidades espirituales brillantes. Has captado el poder de elección y lo has aplicado en algunos casos. Lo que estás pidiendo es el incentivo para no hacer excepciones en la aplicación del milagro a todos los casos. Es imposible vivir con una mente dividida, porque la vida es integridad. Mas es posible estar EN el mundo y no ser DE él. El mundo es una cubierta exterior densa y la Luz que hay dentro es Quién eres, encontramos una hermosa metáfora en el libro de UCDM que describe esto:
«Piensa en tu mente como si fuera un círculo inmenso, rodeado por una densa capa de nubes obscuras. Lo único que puedes ver son las nubes, pues parece como si te hallaras fuera del círculo y a gran distancia de él. Desde donde te encuentras no tienes ninguna razón para creer que detrás de las nubes hay una luz brillante. Las nubes parecen ser la única realidad. Parece como si fueran lo único que se puede ver. Por lo tanto, no tratas de atravesarlas e ir más allá de ellas, lo cual sería la única manera de convencerte realmente de su insubstancialidad». (W-69.4.2)
Todo lo que piensas que piensas, y crees que ves, ES la capa de nubes densas y oscuras. Las personas, los lugares, las cosas y las situaciones y circunstancias del mundo son las nubes oscuras de falsa creencia y de percepción distorsionada. No estás realmente En estas nubes, pero crees que tienes una «vida» y una «existencia» en ellas. No te deprimas por esto, porque hay una manera de verlo por un momento desde dentro del círculo, con la Perspectiva de la luz del Espíritu Santo. Debes de atravesar las nubes para llegar a esta Perspectiva interior. Y en esta experiencia descubrirás que es posible estar en las nubes pero no ser ellas.
La paz y la felicidad no son más que la liberación de la creencia en el compromiso compartido. Porque uno no puede ser Luz y también estar en la oscuridad. La verdad y la ilusión, el amor y el miedo, la luz y la oscuridad no tienen punto de encuentro y no se pueden armonizar. Acepta este simple hecho y las aparentes frustraciones y dudas se habrán ido para siempre.
Es imposible ser algo que no Es Quien Eres. Porque Dios Creó Quién Eres, y nada puede cambiar la Creación de Dios de ninguna manera.
Los problemas aparentes del mundo se pueden resumir en un problema perceptivo: percepción distorsionada. No puedes ver que todos los problemas ya están resueltos sin ver el problema como es. Los problemas no son muchos o un tumulto, sólo hay un problema y ya ha sido resuelto por el Espíritu Santo. Usando la metáfora de arriba, la capa pesada y oscura de nubes es el problema. Por lo tanto, el problema no es un problema de «ingresos» o un problema de «techo» ni incluso un problema de «supervivencia del cuerpo», es un problema de percepción distorsionada. El enfoque de la conciencia de que sólo hay un problema es esencial para el perdón, porque aunque el perdón ya está logrado, no es menos cierto que debe ser aceptado.
Escribiste: «Ya ni siquiera sé cómo rezar. No sé qué es “apropiado” pedir, o si debería de pedir o no». Puedes relajarte porque la oración no es algo que tengas que saber «cómo» hacerlo. Mientras creas en el ego, en la falta, en la multiplicidad, tus oraciones serán de necesidad. Una vez que hayas cuestionado el ego y hayas permitido que sea deshecho por el Espíritu Santo, entonces realmente puedes orar: «Padre, ¿cuál es tu voluntad para mí?» Y esta oración es contestada para siempre en el recuerdo de Cristo y de Dios.
El Espíritu Santo conoce la oración de tu corazón, y tu oración ES tu deseo. A medida que siembres así cosecharás. La oración es continua y la oración siempre es contestada, aunque esto no se aprecia así en la percepción distorsionada. El deseo dividido parece dar lugar a una mente dividida que intenta servir a dos maestros y, por lo tanto, percibe testigos en conflicto. Tu deseo más profundo es aprender a perdonar completamente y a recordar nuestra Unión con Dios. Porque esta ES tu oración, todo lo que parece interponerse en el camino u obstruir este perdón y la Unión con Dios está siendo alzado en la conciencia y expuesto, para que pueda ser liberado.
El mundo percibido a través del lente del ego está dividido e invertido. Dividido porque el ego hizo que se creyera que la causa y el efecto se pueden separar y diferenciar entre sí. Está al revés porque en la condición del sueño del autoengaño, la causa y el efecto parecen ser invertidos. En la percepción distorsionada, parece que hay causas reales en el mundo, y que la mente (que es en realidad la causa de todo) está a merced de efectos irreales (las imágenes del mundo). Algunos ejemplos de dicha percepción son los pensamientos como «me haces enojar», «hieres mis sentimientos» o incluso «perdí mi trabajo porque testifiqué contra un policía y un doctor de emergencias que abusaron de un paciente». Nada percibido a través de este vidrio oscurecido es confiable, ya que los cinco sentidos sólo informan de fragmentación y separación.
El mundo no puede «mejorar» o «empeorar», porque los efectos irreales (imágenes) de una causa irreal (ego) son ilusorios. No hay condiciones como irreal «bueno» o irreal «malo» o irreal «peor». El tiempo-espacio es irreal. El Espíritu es real. El Espíritu Santo es la Respuesta que discierne hasta que no haya la necesidad de discernir.
Utilizaré algunos ejemplos de la parábola de la «vida de David» para ilustrar de lo que estoy hablando. Había un joven llamado David que fue llamado fuera del mundo por Cristo. Había crecido en América. Había asistido a la universidad durante 10 años. Había trabajado y pagado sus deudas. Cuando llegó a sus primeros treinta años, había abierto tanto su mente a los milagros que simplemente viajaba de pueblo en pueblo, por todo el país, compartiendo las palabras que el Espíritu Santo le había dado para hablar.
A David se le ofreció comida y refugio mientras estaba alegremente en los negocios de su Padre, y todo lo que parecía necesitar para cumplir su función se le dio sin esfuerzo. Al buscar primero el Reino de los Cielos, todas las cosas fueron fácilmente dadas, y así David aprendió a ser completamente dependiente de Dios para todo. «Estudiantes» parecían seguir a David por un tiempo, sin embargo, llegó a un punto en el que todo se fusionó y fue experimentado como Una vida. La perspectiva personal sobre el mundo había desaparecido, y ahora era evidente que la historia de David era sólo una parábola del Despertar. El sentimiento de paz se había convertido en una experiencia de vida. El impulso de buscar se había ido, porque Cristo fue encontrado.
En Propósito no hay salarios, ni posesiones, ni propiedad, ni nada que proteger o defender. En Propósito hay una sensación de atemporalidad. En Propósito no hay metas en forma, ni expectativas, ni agendas. En Propósito nada se aferra, se organiza ni se planifica. Todas las cosas son bienvenidas en la suave mirada del perdón. Todo está incluido en la mente y nada se ve como separado o apartado. Todas las cosas funcionan juntas, porque no hay intento de juzgar o dividir lo que es obviamente entero y completo. La confianza en el Propósito da certeza. Y la satisfacción viene por fin a una mente que es Todavía un instante. Nada más podría ser.
Dios creó a Cristo perfecto. Lo que es perfecto no se puede mejorar. El ego era la creencia en la falta, y la superación personal eran los medios que empleaba para perpetuar la creencia. Llega un momento en que la locura de la búsqueda se hace evidente. En este momento la búsqueda ha terminado. La paz y el entendimiento van juntos y no se pueden separar. El entendimiento es la Luz interior y no tiene nada que ver con el mundo. Es realmente imposible entender el mundo, porque el mundo es una situación imposible. Al final, Despertar significa renunciar al intento de entender el mundo y aceptar la Realidad exactamente COMO ES.
¡Desbordando en Bendiciones de Amor y Alegría! David