Preguntas

Pregunta:
Tengo dificultades para estar en paz con el hecho de que mi marido haya dejado a mi hijo, que tiene nueve años, y se haya ido con otra mujer con la que está casado ahora, después de nuestro divorcio. Al principio, mi mantra era: «Elijo la paz en lugar de esto» y lo estuve manejando por un tiempo. Luego me desmoroné y ahora me siento más estable, pero todavía tengo cosas que sé que necesito dejar. ¿Puedes darme una forma de soltar el apego de mi ego a su traición, engaño, ruptura de votos y amenazas hirientes? Me doy cuenta de que cuanto más profundo es el apego, más profundo es el desprendimiento.

Respuesta:
Alinearse con el ego en cualquier aspecto siempre invita a la ilusión del dolor a instalarse en una ilusión del yo. El daño siempre proviene de la creencia de que algo del mundo puede traerte paz y felicidad duraderas o quitártelas. Divorcio y matrimonio son términos que se refieren a la separación y a la unión respectivamente. La verdadera Unión es la Mente Crística en Unión con la Mente de Dios y es literalmente Todo lo que Es, mucho más allá de la ilusión del tiempo-espacio. Piensa que el perdón representa la Unión en la tierra y las relaciones especiales representan el Infierno en la tierra. Cristo dedica 9 capítulos (final del 15-principio del 24) en «Un curso de milagros» (UCDM) para aprender a distinguir entre el propósito del ego para relacionarse y el Propósito del Espíritu Santo. El ego patrocina relaciones especiales para mantenerse a sí mismo, y el Espíritu Santo ofrece la relación santa como un sustituto seguro de lo que el ego hizo. La traición, el engaño, la ruptura de los votos y las amenazas hirientes son experiencias de la relación especial de amor y el deseo de algún cuerpo fuera de la mente para realizarse y completarse. Confía en que cuando una puerta parece cerrarse se presenta otra oportunidad de perdonar.

Lo que has escrito refleja el camino que parece seguir el Despertar: «Me doy cuenta de que cuanto más profundo es el apego, más profundo es el soltar». El Espíritu Santo quiere que te des cuenta de que la paz, la felicidad, el amor, la alegría y la libertad no dependen de las circunstancias. El apego al ego nunca satisfará, y con cada soltar, la conciencia de la Verdad interior se acerca. Alégrate por la liberación del apego, porque conocerás la Verdad y en la Verdad eres libre como el Cristo. Enseña esto en cada situación aparente, en innumerables oportunidades, y la realización amanecerá: sigo siendo como Dios me creó. El amor no posee. El amor no tiene objeto. Estas son las sencillas lecciones que enseña la Salvación, pues el Amor Divino conoce la Eternidad y no tiene límites ni condiciones en Su Dar y Recibir

Agradece cada emoción y creencia que se desprende, pues nada real vela el Amor de Dios. A medida que el ego se expone se hace evidente que la relación especial no ofrece nada y la relación santa siempre ofrece un reflejo del Reino de los Cielos. Aspira sólo a la relación santa y ora para liberar todos los agravios que bloquean la Luz de la conciencia. Ofrece esta bendición a todo el mundo, incluyendo a tu antiguo marido, y sentirás la bendición en tu corazón. El perdón es siempre un regalo para nuestro Ser porque libera las ilusiones de un yo egoico que nunca podría ser.

Con amor, David