Preguntas

Pregunta:
Tú has dicho que desde el punto de vista del Curso, la competencia es indeseable. Mi pregunta es, ¿qué hacemos en este plano en el que vivimos, donde hay competencia en todo, como la competencia por un trabajo o una promoción? ¿Cómo podemos vivir de manera práctica sin competir?

Respuesta:
Jesús comenzó con instrucciones prácticas hace 2000 años. Sus enseñanzas también fueron recibidas con mucha resistencia, como si no fueran prácticas. Dijo cosas como: No pienses en lo que debes vestir y lo que debes comer. En términos de vocación, simplemente dijo: Sígueme. No importaba si eran recaudadores de impuestos o pescadores. No importaba si eran solteros o casados. Él solo los miró a los ojos y dijo una palabra: Sígueme. A un joven empresario rico le dijo: Vende todo lo que tienes, dáselo a los pobres y sígueme. Cuando un hombre protestó porque su padre acababa de morir, Jesús le dijo: Dejen que los muertos entierren a los muertos. Ni siquiera hubo una concesión para un tiempo de duelo, porque Jesús era el "camino, la verdad y la vida", y no tenía nada más que buenas noticias para compartir, nada por lo que lamentarse. En términos de vocación, Jesús dijo: Mira los lirios del campo. No trabajan ni hilan. Los lirios ciertamente no lucharon ni compitieron, y Jesús dijo: Mira cómo nuestro Padre celestial los ha vestido.

Cuando estudias "Un curso de milagros", encuentras que el mensaje de Jesús no ha cambiado, no en 2000 años y nunca lo hará. En mi caso, tuve que darme cuenta de que para servir a Dios completamente, de manera de servir a un solo maestro, tendría que aprender a confiar. No hay forma de que pueda intentar vivir su mensaje sin dar un salto de confianza. En el libro de trabajo, Jesús dice que creemos que moriríamos de hambre si no tuviéramos pilas de tiras de papel verde y discos de metal. Él dice que todas las cosas que creemos que nos apoyan y sostienen en este mundo son solo creencias tontas hechas para tomar el lugar de la verdad. Me dijo que la verdad me sostendría en todas las circunstancias, sin excepción. Repitió su enseñanza de hace 2000 años: busca primero el reino de los cielos, que luego todas las demás cosas serán dadas.

Con Amor, David