Preguntas

Entrenamiento mental

← Volver a la página principal

Integridad: Viviendo en el propósito Divino

Pregunta:
Integridad: Viviendo en Propósito Divino

Respuesta:
No puede haber característica más importante en el auténtico Despertar que la Integridad, porque sin Integridad la paz mental sigue siendo una afirmación en lugar de una experiencia real. La integridad depende de la consistencia y la pureza del pensamiento, pero sin alinearse con el Espíritu Santo parecerá estar fuera del alcance, y la culpa parecerá real en la conciencia. Es posible desear, creer, pensar, sentir, percibir y actuar consistentemente siguiendo al Espíritu Santo y SÓLO siguiendo al Espíritu Santo. Otro nombre para el ego es engaño, y cuando se cree en el engaño, la ilusión de la culpa parece muy real. Las afirmaciones, mantras y los buenos deseos nunca pueden convertirse en sustitutos de mirar hacia adentro y exponer el sistema de creencias del ego. Los focos de culpa deben exponerse y entregarse voluntariamente al Espíritu Santo, y mientras esto ocurre se hace evidente que la culpa nunca fue real.

La confusión resulta del intento de servir a dos maestros y ver dos mundos. Sin embargo, es imposible ver dos mundos que no tienen punto de encuentro. No hay vuelta al pasado, y no hay forma de repetir realmente el pasado. El pasado solo puede ser perdonado o liberado. La inocencia y la culpa surgen de dos sistemas de pensamiento diferentes. Uno es real, uno no lo es. Dios es un Dios de Amor Puro e Inocencia y, por lo tanto, la unión con Dios solo se puede experimentar en un Estado de Inocencia. La culpa siempre es una señal segura de que la mente está escuchando al ego y teme la voz del Espíritu Santo. La culpa es una forma de cerrarse y apagarse, un intento de estar separado, solo y aislado. El Espíritu Santo ofrece curación y espera pacientemente a que la culpa sea expuesta voluntariamente. Es por eso que a menudo hago énfasis en que es importante compartir lo que tienes en la mente y no esconder nada. Porque en la Verdad no hay nada que ocultar. Sin embargo, esto solo se experimenta al no intentar negar o proteger la culpa mientras va surgiendo a la conciencia. La culpa desprotegida se disuelve en la Luz del Amor sin nada de esfuerzo. Conlleva un enorme esfuerzo ocultar la culpa y mantenerla encubierta detrás de una multitud de apariencias e ídolos.

Alguna vez te has preguntado: "¿Por qué intento ocultar la culpa que siento?" "¿Por qué me aferro a la culpa con tanta fuerza?" "¿Qué temo que suceda si dejo ir esta culpa?" "¿Qué es lo que valoro en este mundo que realmente creo que el Espíritu Santo me quitará?" La resistencia es inútil porque no tiene Propósito. La Salvación es no hacer ningún tipo de concesiones. Sin embargo, la Salvación no tiene costo. ¿Podría alguna vez considerarse un costo la renuncia a nada por el recuerdo de Todo? En ocasiones el mundo percibido pudo haber parecido ser cómodo y familiar, pero siempre cargando un sentimiento de culpa, inseguridad o inquietud. La "razón" demente por la que la mente teme abandonar lo familiar y abrirse a Dios, es el terror a lo "Desconocido". Sí, así es, el mundo distorsionado se ha convertido en lo "conocido" para una mente dormida y soñando, por lo que Dios se ha convertido en el Gran "Desconocido". Mientras parezca valioso aferrarse a lo "conocido" (ego), la culpa parecerá real en la conciencia. El Momento en el que la mente decide aceptar el Gran "Desconocido" (Dios), la culpa desaparece para siempre y Cristo y Dios son Conocidos. Realmente es ASÍ de simple.

Di lo que piensas y piensa lo que dices. Escucha al Espíritu Santo y esto no es difícil. Escucha al ego y esto parecerá imposible. No te escondas de Mí, Amado, pues Yo te Amo por siempre y para siempre. Esconderse da por cierta la arrogante creencia de que hay algo que debe ocultarse. En Dios no hay secretos, no hay misterios. En Dios Todo es abiertamente revelado. Dios es solamente Luz. Levanta las cortinas y abre las persianas. Solo la anticipación parecerá atemorizar a una mente tan acostumbrada a la oscuridad. Bañado en la Luz de Dios se hace obvio que lo único que hay es Luz.

El plan de Dios es ser feliz, estar alegre y en paz. Si no sientes estas emociones surgiendo y burbujeando en ti, estás tratando de seguir una voz extraña y un plan para mantener oculta la culpa. No tengas miedo de cambiar de rumbo inmediatamente, de cambiar tu melodía de una vez, porque tienes derecho a los milagros y a la alegría de hacer milagros. No hay forma de experimentar alegría completamente si aún te atrae complacer a las personas. Ya que complacer a las personas es atracción a la culpa y querer conservarla. Si esta tentación surge en tu mente santa pausa un Momento, y recuerda la gratitud que has experimentado en tu interior profundo. Deja que la Fuerza de la gratitud lleve tu conciencia más allá del miedo y la culpa. Recuerda Todo lo que nuestro Propósito santo ofrece, y da un paso adelante en la Fuerza de nuestra Divina Inocencia.

Has dado muchos pasos a tu interior. Has experimentado muchos milagros. Las aperturas y los cambios han parecido muy rápidos, en efecto muy rápidos. Hay muchos más que parecerán seguir. Acelera tu desaprendizaje, ya que nuestro Propósito no puede tener excepciones o hacer concesiones para ser sí mismo. La percepción de las multitudes se difumina en una pintura sanada de perdón. Ahora es el momento.

No tengas miedo de Llamarme Amado Mío. No caigas en la tentación de alejarte. Veo nuestra Perfecta Inocencia. No hay nada que buscar en el mundo. No se requiere la aprobación del cuerpo para aceptar nuestro retiro a la Eterna Inocencia. El avance aparente en el mundo siempre fue una ilusión. Deja ir el "negocio" del mundo que ya sirvió y ahora ha quedado detrás de nosotros para siempre. El Cielo se acerca al ver la insignificancia del mundo. Tú eres el Significado por el que el mundo se hizo, para esconderlo. ¡Eres la Gloria de Dios como el Cristo! No estás decepcionando a nadie al aceptar la Expiación. La Salvación no tiene costo alguno. Todos están con Nosotros en la Expiación. ¿Cómo podría ser de otra manera? Todo resplandece brillantemente en la Inocencia del Amor Divino.

“En ti reside el Cielo en su totalidad. A cada hoja seca que cae se le confiere vida en ti. Cada pájaro que jamás cantó cantará de nuevo en ti. Y cada flor que jamás floreció ha conservado su perfume y hermosura para ti. ¿Qué objetivo puede suplantar a la Voluntad de Dios y a la de Su Hijo de que el Cielo le sea restituido a aquel para quien fue creado como su único hogar? No ha habido nada ni antes ni después. No ha habido ningún otro lugar, ningún otro estado ni ningún otro tiempo. Nada que esté más allá o más acá. Nada más. En ninguna forma”.  (T-25.IV.5: 1-10)

Lluvias de amor pacífico, David.

 ¿Cómo puedo entregar mi culpa al Espíritu Santo y saber que he tenido éxito en esto?

Pregunta:
Tú dices: "Los focos de culpa deben exponerse y entregarse voluntariamente al Espíritu Santo, y mientras esto ocurre se hace evidente que la culpa nunca fue real". He intentado hacer esto, pero tengo dudas sobre si lo estoy haciendo de manera efectiva. Mi pensamiento es muy literal. El pasado que sostengo en mente fue muy malo, violento, doloroso, etc. He intentado dejarlo ir y pensar que realmente solo ha sido un muy mal sueño en el que nada fue real. Fui/soy el soñador haciendo que todo en el sueño suceda. Constantemente le pido al Espíritu Santo/Jesús que me ayude con todo lo que hago. Esto está en mi mente casi cada hora del día. Es como una obsesión "encontrar el camino a casa". Me doy cuenta de que no hay nada aquí en este mundo que valga la pena en lo absoluto. Le pregunté al Espíritu Santo sobre todos los problemas que parece que tengo. Esta es una versión simplificada de lo que creo que entendí: tengo un solo problema, y ​​ese problema es que creo que puedo estar separado de Dios. Todos los demás problemas surgen de esta creencia y son solo distracciones para evitar que mire el problema original. Porque si miro el problema original, la razón me dirá que es imposible estar separado de Dios. Creo que esto es cierto, pero no estoy seguro.

Esto me lleva de vuelta a la idea de dejar ir la culpa. Tengo culpa por algo que no sucedió. No sucedió porque no tiene causa. Pero, puedo creer que sucedió, lo que no lo hace real, pero genera culpa. ¿No es esto una locura? ¿Cómo llevo la culpa por algo que nunca sucedió a la luz y entregarla al Espíritu Santo? ¿Cómo sé que he tenido éxito en esto? No quiero que nada evite que mi mente sane, que despierte del sueño.

Respuesta:
Gracias por escribir. Tu deseo de encontrar tu camino a casa es una fuerza poderosa y esto está empujando a todos los pensamientos de ataque a la conciencia. Puedes relajarte, no hay necesidad de sentir que es una obsesión, ya que le estás dando permiso a tu mente para que salgan a la luz las creencias y los pensamientos. Lo que estás escuchando del Espíritu Santo es cierto: "Tengo un solo problema, y ​​ese problema es que creo que puedo estar separado de Dios. Todos los demás problemas surgen de esta creencia y son solo distracciones para evitar que mire el problema original. Porque si miro el problema original, la razón me dirá que es imposible estar separado de Dios". Todas las "cuestiones superficiales" (problemas en la forma) se hicieron para distraer a la mente de mirar las creencias en el interior. Piensa en la mente como círculos concéntricos con el deseo en el centro. El siguiente anillo es creencia, seguido del pensamiento, seguido de la emoción, seguido de la percepción. Las áreas internas determinan las externas. Estás utilizando tu deseo (centro) de Despertar como incentivo para cuestionar todo lo que crees, y a medida que se disuelve la falsa creencia, también se liberan los pensamientos que surgieron del ego. Esto a su vez libera emociones y percepciones temerosas. Es por esto que UCDM habla con tanta frecuencia sobre la pequeña disposición, es esta astilla del deseo de Despertar (unida con el Espíritu Santo) lo que enciende el deshacimiento del ego. El Espíritu Santo es el "cómo" y los milagros (cambios en la percepción) son los medios. La causa y el efecto se están revirtiendo, y esto significa que te estás dando cuenta de que la mente es causativa. Entrega rápidamente estos pensamientos al Espíritu Santo y Él te mostrará que los pensamientos no tuvieron efectos reales.

Los focos de culpa son creencias establecidas que no han sido cuestionadas y que aún se asumen como ciertas. La base de estas creencias es la creencia de que el tiempo es lineal en lugar de simultáneo. A medida que se liberan los núcleos de culpa, la paz vuelve a la conciencia. Sabrás del  "éxito" de  tu entrenamiento mental por la paz que sientes.

En paz, David.

Si mi mente es como un pastel de lodo cubierto con glaseado dulce, ¿cómo puedo poner al descubierto el lodo?

Pregunta 1:
Parece ser que tengo mucha disposición para destapar la oscuridad, pero ocasionalmente me doy cuenta de lo poco que la he destapado. ¿Cuál es la mejor manera de ponerla al descubierto? Siento que no estoy progresando mucho.

Respuesta 1:
Gran parte del glaseado dulce son las afirmaciones, el pensamiento positivo y lo que yo llamo “complacer a las personas” –como caminar sobre cascarones de huevo para suavizar las cosas en la familia o en un grupo del Curso, algo así como no mecer el barco. De manera que el glaseado dulce y complacer a las personas parecen servir el propósito de mantener que las cosas vayan sobre ruedas. Entonces llamas al Espíritu Santo, y hace que toda la oscuridad surja a la conciencia, como un enorme glaciar de luz, obligando a ser conscientes de los pensamientos. Esto es mucho más útil que complacer a las personas.

Pregunta 2:
¿Por qué siempre dudamos que somos amados?

Respuesta 2:
Eso es en lo que se convirtieron las relaciones especiales. Había una profunda sensación de incompleción y carencia en la mente. En lugar de profundizar dentro en la mente y enfrentar esta carencia, el ego dijo: “Huye de eso”. Así que la separación pasó al olvido y fue empujada fuera de la consciencia; y la Respuesta de Dios, la cual fue inmediata y resolvió el problema en un instante, también fue empujada fuera de la consciencia. Entonces el ego dijo: “¡Huye! Has hecho algo terrible. Huye al tiempo y el espacio. Dios no te buscará ahí. Dios no entrará en la oscuridad. Estarás seguro en la oscuridad”.

Y el ego le dice a la mente: “Has desechado el cielo. Dios está enojado. No podrás regresar sin ser castigado. Ni pienses que Dios te permitiría arrancar tu mente de Él sin pagar un precio. Así que escóndete en el polvo”. Ahora bien, revertir esto se da cuando tomas la mano de Jesús para bajar al sótano oscuro y reconocer paso a paso que nada de esta oscuridad es real. El ego le dice a la mente: “Hiciste un trato. No puedes cambiar de parecer ahora. Estás atrapado”. El Espíritu Santo nos asegura que el trato no es real al decirnos que: “Dios no tuvo nada que ver con ese trato. Ven conmigo al último rincón desde el cual el cosmos entero fue construido. Lo desvaneceremos juntos. Verás que Dios te ama. Él no está enojado”.

Así que, en respuesta a tu pregunta, permite que tus sentimientos salgan. Reconoce tu poder de interpretación. Date cuenta que al ser honesto contigo mismo y tus sentimientos, acelerarás el despertar para todos. En donde la mente anticipa la pérdida de amor, en su lugar encontrará una bendición. Complacer a las personas es como haber hecho falsos contratos para mantener la ilusión del amor. Cuando te liberas de estos contratos, te encuentras con una enorme bendición, más de lo que te puedas imaginar. Dejas de tener expectativas de tu hermano y por lo tanto tu mente es liberada. 

Con amor, David

 

¿Cuál es la técnica precisa que usaste para deshacer el ego?

Pregunta:
¿Cuál es la técnica precisa que usaste para deshacer el ego?

Respuesta:
Hay una manera de reconocer el ego. En todas las maneras, figuras y formas, la creencia del ego dice: Hay causalidad en la forma. Por ejemplo: "Heriste mis sentimientos. Me hiciste enojar". Cosas que aprendimos de niños: "Mi hermana obtuvo más que yo". También se relaciona con todas las disciplinas y ciencias. Para cada acción hay una reacción. Hay causas en el mundo y los efectos de esas causas; causas y consecuencias. El Curso vuelve a reciclar tu mente para ver que tu mente es causativa. La forma nunca es causativa. La forma es un efecto falso de una causa falsa. La causa falsa es el ego. El ego es la creencia de que la separación de Dios es real, y el mundo de las apariencias surge para dar testimonio de esa creencia. Así que mientras practicas las lecciones del Libro de ejercicios, la causa falsa se deshace. El ego dice: “come demasiada comida y estarás gordo”, "haz ejercicio y estarás delgado". El ego dice: "come estos alimentos y estarás enfermo" y "come esos alimentos y estarás sano”. ¡La comida no es causativa! ¡El ejercicio no es causativo! ¡Las píldoras y los medicamentos no son causales! El sol no puede darte calor. Todo es pensamiento.

Tu mente no está a merced del mundo. Está limitada por los pensamientos del ego. A medida que liberas los pensamientos del ego, tu mente es libre e ilimitada. Jesús lo demostró hace dos mil años, calmando los mares, diciendo cosas como: "Si tienes fe como un grano de mostaza, puedes mover montañas". ¡La mente está moviendo todos los planetas y esferas! Es así de poderosa. Helen Schucman le preguntó una vez a Jesús: "¿Cuál es la relación entre la astrología y la vida de hombres y mujeres, si todo es una elección de la mente?". Jesús dijo: "Tu mente es tan poderosa que mueve a todas las personas a tu alrededor, y más allá de eso, a todos los planetas y esferas". ¡Eso es poderoso! Entonces, empiezas a darte cuenta, como enseña Un curso de milagros: “Soy responsable de lo que veo. Elijo los sentimientos que experimento y decido el objetivo que quiero alcanzar. Y todo lo que parece sucederme yo mismo lo he pedido, y se me concede tal como lo pedí". Nada es por accidente. Nada es aleatorio. La mente invoca testigos de lo que cree, así que volvemos a cuestionar las creencias para ser libres. Es muy faculto. Cuando sigues el Curso, ya no estás a merced del mundo. Te das cuenta que no eres un pequeño ser humano en un vasto mundo. Ves que el mundo está en tu mente. Es un reflejo de tus pensamientos. A medida que cambias tu mente, el mundo que ves también cambia. Como es adentro, así es afuera. Y la iluminación muestra que no hay dentro ni fuera. Una mente no puede dividirse, ni siquiera en interior y exterior. En el amor de Dios, todo es uno.

Con Amor, David.

¿A qué te refieres con oración?

Pregunta:
¿A qué te refieres con oración?

Respuesta:
La oración es el deseo de la mente. Es el altar interior. Cuando la mente cree en el ego, su altar parece estar profanado. El altar no tiene una devoción singular hacia Dios, pero tiene muchos ídolos. Así que el deseo y la oración están astillados. Mientras que la mente crea en el ego, las oraciones involucrarán el pedir cosas y peticiones porque la mente cree en la carencia. Es imposible orar más allá del nivel en el que la mente cree. A medida que crece la confianza en el Espíritu Santo, la creencia en la carencia y la incompleción se disuelven. Es como una progresión subiendo una escalera, en la que tu confianza crece cada vez más fuerte y la necesidad de cosas y de control se desvanecen. La más alta oración que uno puede hacer es: Padre ¿cuál es tu voluntad para mí? Cuando el altar ha sido despejado de todos los ídolos, esta oración es hecha y contestada inmediatamente. La Voluntad de Dios para nosotros es perfecta felicidad.

Con amor, David

 

¿Cómo nos damos cuenta de que no estamos en una trampa del ego?

Pregunta 1:
¿Cómo nos damos cuenta de que no estamos en una trampa del ego?

Respuesta 1:
Jesús dice que hay un uso correcto del juicio: ¿Cómo te sientes? Tus sentimientos son tus barómetros, como una piedra angular. Esta es una forma de aprender a ser honestos con tus sentimientos momento a momento. Es por eso que al principio requiere de mucha persistencia. Cuando la mente no está entrenada, frecuentemente está molesta. El espejo es muy oscuro y necesita ser aclarado.

Pregunta 2:
¿Cuál es la importancia de la meditación?

Respuesta 2:
El libro de ejercicios de “Un curso de milagros” es una técnica diseñada para guiar la mente hacia la meditación. Jesús no asume que la mente ya está entrenada, así que ha diseñado un sistema para llevarte lentamente, paso a paso, y mientras más te adentras en el libro de ejercicios, más ejercicios encontrarás guiándote hacia el silencio. No enfatiza posturas del cuerpo o técnicas de respiración o cantos, sino que rápidamente despeja los escombros, el desorden y el parloteo.

Pregunta 3:
Cuando estamos absolutamente en el ego y estamos haciendo el Curso y las lecciones, ¿qué hacemos? Porque la teoría está bien, pero danos algo práctico que podamos hacer cuando estemos atorados.

Respuesta 3:
Tienes que sentir lo que funciona para ti. Lo que yo hice fue usar una cinta con citas del Curso combinadas con música agradable; sólo me relajaba y escuchaba la cinta, y el ego siempre se desvanecía. Una vez, cuando estaba en la situación que tu describes, fui a una silla en mi sala, me senté y le dije al ego: “¡No me voy a ir de esta silla hasta que abandones mi mente!, no tengo a dónde ir y nada qué hacer”. Así que no había distracciones.

A menudo el ego quiere que te mantengas ocupado y distraído. “Un curso de milagros” es una forma rápida de deshacer el ego y la resistencia del ego es enorme. Si llegas a un punto en donde parece muy extremo, está bien dejar el libro a un lado por un tiempo. El Espíritu Santo y Jesús nunca se enojarán. Hay historias de personas utilizando el Curso para detener puertas o como base para plantas. Pero cuando el momento es apropiado, lo toman de nuevo. Hay otras historias de gente leyendo el libro y teniendo gran dificultad para entender el significado. De pronto, a través de un momento de introspección y disposición, pueden leer el curso y entenderlo más profundamente. Es realmente una cuestión de voluntad de la mente, y no una cuestión de cuánto lees o qué tan rápido lo haces. Siempre sé amable contigo mismo. Si pierdes un periodo de práctica o dos, solamente nota el error, dáselo al Espíritu Santo, y comienza a practicar nuevamente. No agraves el error castigándote por perder un periodo de práctica.

Con amor, David

 

David, ¿cómo te volviste tan alegre y feliz?

Pregunta:
¿Cómo lograste tanta alegría que nos estás mostrando? ¿Cómo es que eres tan feliz?

Respuesta:
No me aferro a conceptos o creencias, y por lo tanto no tengo expectativas. Esto me permite vivir en el momento presente, sin pensamientos pasados ​​y sin preocupaciones futuras. No tengo apegos ni posesiones. He renunciado a cualquier creencia en ellos. Lo que parece ser útil en mi enseñanza, aparece: boletos de avión, autos, comida, etc. He olvidado la vieja forma de vivir. El aprendizaje pasado no ilumina mi camino. Lo que aprendí en diez años de la universidad ha sido desaprendido, o el Espíritu Santo ha tomado esos símbolos y los ha traducido, para que pueda usarlos para enseñar paz y libertad; el camino fuera del mundo. Ya no uso símbolos de la forma para sentirme orgulloso o tener alguna ganancia personal. Esa es la alegría. Como Jesús enseñó, le doy toda la gloria a Dios.

 

Con Amor, David.

¿Acaso no es la idea «No tengo que hacer nada» una contradicción con todo el estudio del Curso que tenemos que hacer?

Pregunta:
Hay una sección en el Curso que dice: "No tengo que hacer nada". Parece una contradicción con todo el estudio requerido por el Curso.

Respuesta:
Sí parece una contradicción, pero el objetivo del Curso es llegar al silencio. El texto y el libro de ejercicios ayudan a eliminar los obstáculos al silencio del momento presente. Si tu mente ya está preparada para entrar en el silencio divino, no necesitas «Un curso de milagros». La sección de «No tengo que hacer nada» del Curso te brinda la vía rápida si estás dispuesto a tomarla. Le das permiso a la mente para descansar en silencio y olvidar el cuerpo. En esta sección dice: «No hay ni un solo instante en el que el cuerpo exista en absoluto». Siempre se recuerda o se anticipa. Solo la luz es el momento presente, y el Libro de ejercicios está diseñado para llevar tu mente debajo de las nubes del ego, hacia la luz interior. 

Con Amor, David

 

¿Cuál es la importancia de la meditación?

Pregunta:
¿Cuál es la importancia de la meditación?

Respuesta:
El libro de ejercicios de “Un curso de milagros” es una técnica diseñada para guiar a la mente hacia la meditación. Jesús no asume que la mente ya está entrenada, por lo que ha diseñado un sistema para llevarte lentamente, paso a paso, y cuanto más profundices en el libro de ejercicios, más ejercicios encontrarás que te guíen hacia el silencio. No enfatiza posturas corporales o técnicas de respiración o cánticos, pero quita rápidamente los escombros, el desorden y el parloteo.

Con amor, David.

 

David a Jesús, "¡El dinero no crece en los árboles!"

Pregunta:
David a Jesús, "¡El dinero no crece en los árboles!"

Respuesta:
El Espíritu Santo tiene un gran sentido de integridad. Cuando aprendí por primera vez "Un curso de milagros", le dije a Jesús: ¡El dinero no crece en los árboles! Y tenía deudas y facturas que pagar. Jesús me dijo que comience a trabajar con el Curso y Él me daría instrucciones específicas, me conseguiría un trabajo para que pudiera pagar mis deudas. Esto sucedió de inmediato. No solo se pagaron los préstamos, sino que se me quitó una gran cantidad de orgullo, el orgullo de ser independiente y mantenerme a mí mismo. Jesús comenzó a disolver la ética de trabajo protestante con la que me crié y me ayudó a abrirme a la divina providencia. Debes ser muy humilde para aceptar el sustento de Dios. Esa fue mi mayor dificultad en mis primeros viajes: dejar de lado el orgullo, la creencia de que yo personalmente era responsable de mi supervivencia en este planeta. Al principio esto era difícil de creer, porque todo mi entrenamiento me enseñó lo contrario. Había vivido una vida de competencia, compitiendo en deportes, compitiendo por calificaciones, compitiendo por trabajos. Jesús dijo: No, el mensajero es digno de su fortaleza. Él dijo: Si me dejas hablar palabras a través de ti y llevar esperanza y alegría a tus hermanos y hermanas, me ocuparé de todos los detalles de tu vida. Durante doce años, Jesús ha cumplido su palabra. Todo lo que parezco necesitar se me proporciona, sin ningún esfuerzo de mi parte.

Con Amor, David