Despertar a través de películas

El despertar de la mente puede parecer como si ocurriera lenta y tediosamente, pero tenemos acceso a un cambio exponencial. El viaje espiritual puede ser mucho más rápido de lo que imaginamos. Yo inicié el camino del despertar a mediados de 1980 y lo seguí con mucha determinación. Ahora están llegando a mi conciencia personas que reflejan una aceleración celestial. Ya no existe la sensación de que el despertar tiene que ser un viaje largo y difícil. Hay una energía, un impulso, que puede sentirse. Es como una ola de alegría que nos inunda: es tangible.

Jesús compartió su profunda sabiduría, luz y amor mediante la utilización de parábolas. Él enseñaba desde un barco de pesca, en el monte, durante las comidas, o dondequiera que la gente lo seguía. Utilizó parábolas porque quería que la gente pudiera relacionarse con sus enseñanzas. 

Las películas son parábolas modernas y el viaje puede ser muy divertido. Yo uso películas como método de enseñanza porque las personas pueden relacionarse con ellas, relajarse y abrir con sinceridad su corazón. Ver películas es una manera divertida de despertar y de sanar, comparada, por ejemplo, con estar en una situación familiar amenazante o en una relación conflictiva. Las películas también nos permiten ahorrar tiempo en el sentido de que nos ayudan a ponernos en contacto con el inconsciente a través de la experiencia.

Cuando sientas que surge una emoción negativa y te sientas tentado a entrar en pánico, a desconectarte de ella o a apartarla de la conciencia, puedes abrir este libro. Busca una película con el tema emocional que estás experimentando. Lee la reseña y observa la película, eso te ayudará a superar esa emoción. 

El Espíritu me enseñó a ver películas de una manera diferente, no como entretenimiento o escapismo, sino como una herramienta mediante la cual las personas permiten que las emociones intensas salgan a la superficie para ser sanadas. Las películas pueden activar memorias y emociones que han sido reprimidas o negadas. Cuando estas emociones intensas salen a la superficie en alguien del grupo, yo pauso la película para que todos podamos estar presentes con lo que va surgiendo para ser sanado en el momento. Es importante darse cuenta de que el subconsciente tiene que ser expuesto. Les damos la bienvenida a las emociones de modo que puedan emerger para ser sanadas y podamos abrirnos a una nueva perspectiva. Invitar la presencia del Espíritu a la conciencia proporciona seguridad para que el subconsciente emerja sin ningún juicio. Este es uno de mis más grandes mensajes: no juzgar lo que esté ocurriendo. Las películas pueden ayudarnos a abrir la mente a una conciencia más amplia de nuestra verdadera naturaleza e identidad.

Hace muchos años, fui guiado a desarrollar dos diagramas. Para experimentar un estado constante de paz y alegría, tenemos que estar dispuestos a renunciar a lo que pensamos que sabemos. El Instrumento para la Paz y Los niveles de la Mente son dos herramientas profundas y poderosas que nos ayudan a rastrear una molestia desde el presente hasta una creencia en la mente para poder tomar la decisión consciente de soltarla.

Incluso un pequeño disgusto se puede llegar a sentir como una espina gigantesca. El Instrumento para la Paz es como una pinza: tiene la misteriosa habilidad de aislar y arrancar cualquier disgusto de la mente y luego exponer las creencias y los conceptos subyacentes. Las creencias subyacentes pueden ser difíciles de detectar precisamente porque están fuertemente protegidas por el ego. El ego parece estar muy consciente de que cuando abandonemos todas las creencias que no cuestionamos, se le va a acabar su juego. Es por eso que ha construido una fortaleza de miedo fuertemente protegida alrededor de las creencias subyacentes que conforman el concepto de nosotros mismos.

 A través de un viaje interior, Los niveles de la Mente nos llevan de vuelta desde lo que percibimos que ocurre en la pantalla, hasta el deseo de que algo sea diferente a como es ahora. Una vez que nos damos cuenta de que estamos deseando algo que no es la paz mental, podemos elegir de nuevo.

 Ver películas con la intención de sanar es pedir al Espíritu en oración: Haz que todo sea nuevo. ¡Muéstranos el mundo de nuevo: fresco, puro y claro! Luego no vamos a tener que preocuparnos por nada. Cuando confiamos, escuchamos y seguimos al Espíritu Santo, se le acaba el juego al ego, se acaba el juego para la preocupación, la tristeza y la ansiedad. Como dice Un curso de milagros: “La confianza podría resolver cualquier problema ahora mismo”. T-26.VIII.2. ¡La felicidad es lo que somos ahora!

Relájate, disfruta el viaje y deja que los personajes en la pantalla se encarguen de todo por ti. Yo estoy contigo en todo el trayecto de esta extraordinaria aventura.

Amor y bendiciones,
David Hoffmeister