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¿Es cierto que sentirse "tranquilo" no es lo mismo que la paz real?

Pregunta:
David, recientemente mencionaste: "El juicio es un dispositivo del ego para ordenar ilusiones, para traer una sensación de calma a lo que parece ser el caos". Lo que dices suena muy bien, pero no estoy completamente claro sobre la pseudo calma. Solo puedo referirme a mi propia experiencia con lo que percibo como tranquilo. Si estoy en estado de pánico, puedo decidir cambiar esa experiencia pensando. Lograr un cambio en un pensamiento doloroso parece requerir un juicio primero (no me gusta cómo me siento ahora). Puedo rechazar este pensamiento y elegir de nuevo. Parece que tengo el control, pues he juzgado y estoy "manipulando" mis pensamientos para invitar a la paz. Esto es interesante para mí, ya que siempre he asociado la palabra calma con paz. ¿Entiendo correctamente que podemos pensar que estamos tranquilos en un momento de crisis, pero eso puede ser una creencia equivocada, que no es verdadera paz aunque nosotros (ego) la interpretamos como tal?

Respuesta:
Sí, cualquier sensación de calma que se base en el control o el juicio es pseudo-paz, porque el Amor no sabe de manipulación o comparación. El Amor acepta. El ego rechaza. El Amor no juzga. El ego es la creencia en el juicio. El ego intenta usar el juicio como un dispositivo para controlar un sentimiento de caos, pero el dominio a través del juicio es realmente un intento de dominio a través del miedo. Solo examinar ese sentimiento a través del amor trae calma auténtica y duradera a la mente dispuesta. La perspectiva del Espíritu Santo es una perspectiva de no juzgar. El Espíritu Santo sabe la imposibilidad de creer en la dualidad y siempre recuerda la Unicidad y la Unidad de Cristo con Dios. Que la paz de Cristo se derrame sobre ti y te bendiga infinitamente.

Puedes controlar la dirección de tu pensamiento. Es decir, puedes elegir alinearte con el Espíritu Santo o el ego. La mente siempre dirige su estado mental. El guión es el pasado, y el pasado no se puede controlar, solo se puede perdonar o liberar. El pasado se fue, literalmente. Un milagro es una decisión tomada con el Espíritu Santo de ver simplemente lo falso como falso. La Expiación es el milagro final que pone fin a la elección por completo. Los milagros son involuntarios y la Expiación, el milagro final, es la aceptación de la corrección (que la separación nunca sucedió). El milagro ofrece la verdadera calma. La versión del ego es la falsa calma de intentar reorganizar o manipular imágenes para lograr una sensación controlada de paz. Esta pseudo calma siempre es un velo dibujado sobre el conflicto de identidad más profundo. Gracias por su disposición a observar de cerca las sutilezas de la mente. La dirección (sin juicio) es clara y la guía del Espíritu Santo es segura. 

Amor y bendiciones, David