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¿Puede el Espíritu Santo cambiar el guion?

Pregunta:
Hola, David. Resta dijo: "Como te decía, esta canción es un gran ejemplo de cómo 'el guion está escrito' y no se puede cambiar ni reorganizar de la menor manera". Y realmente resonó con su verso, PERO en tu respuesta a otro post hace un par de días, cuando preguntaron "¿Quién escribió el guion?", tu respuesta fue "El Ego escribió el guion". Mi pregunta es: ¿puede el Espíritu Santo cambiar el guion? Gracias.

Respuesta:
El Espíritu Santo respondió al instante profano simultáneamente, y así fue la creencia en la separación corregida para siempre. La aceptación de la Corrección es la única responsabilidad ahora. "El guion" es una metáfora lineal para organizar y secuenciar imágenes o recuerdos pasados, y este orden o secuenciación es el ego. Para el Espíritu Santo el tiempo es simultáneo, y la simultaneidad del tiempo es otra forma de decir que todo el guion sucedió o se giró al mismo tiempo: el instante profano. El Espíritu Santo es otra forma de ver el mundo, un Camino sin juicio.

El Espíritu Santo no funciona en el mundo y por lo tanto el Espíritu Santo no cambia el guion. El guion es el pasado, escrito por el ego, y uno con él, y no se puede cambiar más que la película en el proyector que ya se ha completado y ya se está mostrando en el teatro. El propósito del mundo puede y debe ser cambiado del propósito del ego (muerte) al Propósito del Espíritu Santo (perdón).

Este es el único cambio que es significativo en el contexto de Despertar a la Realidad a través del perdón de la ilusión. Y esto es un cambio de mente de lo cambiante (ego) a lo inmutable (Expiación). El Espíritu Santo simplemente ve lo falso como falso, y lo que es falso es la creencia en cambiar las apariencias.

En "Un curso de milagros" esta idea se expresa de varias maneras, ya que hay un plan detrás de las imágenes que no cambian:

"No trates, por lo tanto, de cambiar el mundo, sino elige más bien cambiar de mentalidad acerca de él." (T-21.7)

"Nadie puede escaparse de lo que inevitablemente ha de ocurrir. Y si tú crees que puedes, estás equivocado". (T-30.I.15.5)

"La revelación de que el Padre y el Hijo son uno alboreará en toda mente a su debido tiempo. Sin embargo, ese momento lo determina la mente misma, pues es algo que no se puede enseñar. Ese momento ya ha sido fijado. Esto parece ser bastante arbitrario. No obstante, no hay nadie que dé ni un solo paso al azar a lo largo del camino. Todos lo han dado ya, aunque todavía no hayan emprendido la jornada. Pues el tiempo tan sólo da la impresión de que se mueve en una sola dirección. No hacemos sino emprender una jornada que ya terminó. No obstante, parece como si tuviera un futuro que todavía nos es desconocido. El tiempo es un truco, un juego de manos, una gigantesca ilusión en la que las figuras parecen ir y venir como por arte de magia. No obstante, tras las apariencias hay un plan que no cambia. El guión ya está escrito. El momento en el que ha de llegar la experiencia que pone fin a todas tus dudas ya se ha fijado. Pues la jornada sólo se puede ver desde el punto donde termina, desde donde la podemos ver en retrospectiva, imaginarnos que la emprendemos otra vez y repasar mentalmente lo ocurrido.” (E-pI.158.2.8)

Nuestro destino primero es el perdón y luego el recuerdo de Dios. Lo que Dios crea es Inmutable, ya que es Eterno. Y, en el Despertar, el Espíritu Santo revela que las ilusiones son una y, por lo tanto, todas las apariencias son irreales. Lo que es irreal no puede cambiar, porque ¿qué podría significar un cambio en la irrealidad? Lo que es lo mismo no puede ser diferente o cambiar a algo diferente a sí mismo. La Perspectiva del Espíritu Santo es la Respuesta a la ilusión del cambio. No hay nada más que buscar o encontrar.

Recuerda la oración de la serenidad: La mente puede cambiar de error a corrección. El mundo no se puede cambiar. Y la Sabiduría para saber la diferencia es el Espíritu Santo.

Amor y Bendiciones por Siempre, David