Preguntas

Pregunta:
Estoy muy enojado por este problema de derechos de autor. Creo que los derechos de autor actuales sobre el Curso han sido abusados ​​masivamente contra las personas. Es difícil para las personas aplicar el Curso cuando ni siquiera se les permite obtener una copia debido a la «protección de su pureza e integridad» del Dr. Wapnick. Lo que se pide es que renunciemos a nuestra libertad y esa no es una solicitud en lo material, esa es una solicitud de nosotros para negar la verdad. Los derechos de autor no son válidos ¿sabes?. No puedes obtener derechos de autor sobre un material creado divinamente. No puedes tener derechos de autor de material de dominio público. El Curso es ambos. Los derechos de autor hacen que el error de la propiedad y el control basado en el miedo parezcan reales. Obedecerlo es reconocerlo como real, y hacerlo real para ti de hecho. Esto no es real. En realidad es bastante ridículo y esa es la verdad; esa verdad necesita decirse una y otra vez hasta que la gente finalmente la entienda. Básicamente, cuando dices que hay unos derechos de autor y una marca registrada en Jesús estás diciendo que una ilusión es real y que la libertad es una ilusión.

Respuesta:
Con cada correo electrónico la Luz de Cristo brilla más claramente y el «razonamiento» defectuoso del ego queda expuesto como completamente sin sentido. Ninguna cantidad de evidencia puede convencer a una mente de lo que no quiere, porque el «querer» determina la percepción. La paz es realmente todo lo que hay que desear y experimentar, valora la paz y verás un testigo de la paz; valora el conflicto y la ilusión de un mundo temible es lo que parece preocupar a la conciencia. Recuerda que el ego nunca puede conocer la paz, porque el ego es la creencia en la muerte. No eres el ego. Es útil recordar que uno no puede estar en lo «correcto» sobre una perspectiva personal del mundo y feliz al mismo tiempo. Ningún razonamiento del ego puede ser una ayuda para experimentar la felicidad.
«En cualquier situación en que no sepas qué hacer, lo primero que tienes que considerar es sencillamente esto: “¿Qué es lo que quiero que resulte de esta situación? ¿Qué propósito tiene?” El objetivo debe definirse al principio, pues eso es lo que determinará el resultado. El ego procede a la inversa. La situación se convierte en lo que determina el resultado, que puede ser cualquier cosa. La razón de este enfoque desorganizado es evidente. El ego no sabe qué es lo que quiere que resulte de la situación. Es consciente de lo que no quiere, pero sólo de eso. No tiene ningún objetivo constructivo en absoluto». (T-17-VI.2)
«Todos los términos son potencialmente polémicos, y quienes buscan controversia la encontrarán. Mas quienes buscan clarificación, también la encontrarán. Deben estar dispuestos, no obstante, a ignorar la controversia, reconociendo que es una defensa contra la verdad que se manifiesta en forma de maniobras dilatorias. Los argumentos teológicos como tales son necesariamente polémicos, ya que dependen de creencias y, por lo tanto, pueden ser aceptados o rechazados. Una teología universal es imposible, mientras que una experiencia universal no sólo es posible sino necesaria. Alcanzar esa experiencia es lo que el curso se propone. Sólo cuando se alcanza es posible la consistencia porque sólo entonces se acaba la incertidumbre». (C-in.2)
Seré muy honesto y directo contigo, porque así se expone el «razonamiento» del ego, que no ofrece nada de valor. Estás experimentando la ilusión de la ira y crees que un hermano es la fuente de ella. Esto simplemente no es el caso. La percepción es un espejo y no un hecho, y ningún «cuerpo» ha hecho nada para molestarte. Si observas esto de cerca, y honestamente, verás que la ira es odio a sí mismo y no tiene nada que ver con las acciones de un hermano. La ira nunca está justificada, porque no tiene causa. Por esta razón, el perdón siempre está justificado, porque la Expiación es el reconocimiento de que la separación nunca ocurrió. La expiación y la inocencia van juntas y no se pueden encontrar separadas. Si continúas creyendo que el ataque es real, de cualquier forma, esto refleja la creencia de que es posible atacar a Dios. No lo es, y esta imposibilidad de ataque es la Expiación o la Corrección de error.
La verdad es una experiencia y no una colección de palabras. Las leyes del mundo son del ego, y estas «leyes» del ego, son falsas, porque la Verdad (que es la experiencia) es verdadera. Tú escribiste: «Los derechos de autor no son válidos ¿sabes? No puedes obtener derechos de autor sobre un material creado divinamente. No puedes tener derechos de autor de material de dominio público. El Curso es ambos». Cuando crees que la Verdad puede reducirse a palabras y que estas palabras pueden ser propias o poseídas, has mordido el anzuelo del ego. Esto es exactamente lo que crees, o no podrías estar molesto. Luchar a favor o en contra de cualquier cosa en la forma, significa que crees en la realidad de la forma y no te das cuenta del Contenido detrás de la forma. Sin embargo, solo experimentarás paz al estar consciente del Contenido o Propósito del Espíritu Santo. La ira necesita un chivo expiatorio, y si estás abierto a ver que el ataque es imposible, también verás que la ira y la proyección también son imposibles. Esto es lo que quise decir con «los mansos heredarán la tierra».
En mi primer correo electrónico ofrecí la idea de que es pacífico y amoroso responder a un Llamado al Amor, al reconocer el Llamado al Amor detrás de las palabras o acciones de una aparente solicitud escandalosa, en lugar de percibir un ataque. Nuevamente, como dice Cristo: «Reconoce lo que no importa, y si tus hermanos te piden algo “descabellado”, hazlo precisamente porque no importa. Niégate, y tu oposición demuestra que sí importa. Eres únicamente tú, por lo tanto , el que determina si la petición es escandalosa o no, y toda petición de un hermano es tu propia petición. ¿Por qué te empeñas en negarle lo que pide? Pues negárselo es negártelo a ti mismo y empobrecerte a ti y a él. Él está pidiendo la salvación, al igual que tú». Di un ejemplo específico usando una solicitud de derechos de autor para «cesar y desistir» como la aparente solicitud escandalosa. Muy simple, solo el ego puede percibir una petición escandalosa, ya que la Perspectiva del Espíritu Santo sólo ve la totalidad y sabe que «falta» y «ataque» no tienen sentido. Para estar en paz, entonces, debes estar dispuesto a renunciar a la creencia en el ataque al Espíritu Santo y aceptar la Perspectiva «sobre el campo de batalla». Esto es lo que significa «¿preferirías tener razón o ser feliz»?
El ego es el agravio de creer que el ataque es real. Tú declaraste esta creencia del ego de la siguiente manera: «Lo que se pide es que renunciemos a nuestra libertad, y esa no es una petición material, es una solicitud de nosotros para negar la verdad». Es solo el ego el que cree que ya tiene libertad y además cree que está llamada libertad puede ser abandonada o quitada. La libertad es dada por Dios y no se puede encontrar aparte de su fuente divina. El propósito del Espíritu Santo es el único reflejo de la libertad (o libre albedrío) que se puede experimentar con respecto a la percepción, y esta perspectiva trasciende la creencia en el ataque. Porque uno no puede atacarse a sí mismo (la mente es incapaz de atacar W-136.20.6), y solo la totalidad puede ser experimentada libremente. Es por eso que te pregunté directamente: «¿Quieres libertad del cuerpo o libertad de la mente, porque ambas no puedes tenerlas»? La pseudo-libertad del ego es una ilusión y no vale la pena defenderla o luchar por ella. ¿Por qué defenderías la muerte? No se equivoquen: el ego es la creencia en la muerte.
Tú escribiste: «la ilusión se cita como un ataque a la verdad». Esta es otra forma de decir que «el ataque a la verdad» es una ilusión. Atacar a Dios es imposible. La libertad no se puede  quitar por una ley del ego llamada derechos de autor, porque la verdadera libertad es invulnerable. Si te identificas e intentas defender el ego, la experiencia ilusoria resultante es una aparente pérdida de libertad. Esto no tiene por qué ser así. Harías bien en cuestionar la «libertad» por la que se lucha o se defiende. Lo que es dado por Dios no se puede quitar. La siguiente declaración es característica del intento del ego de revertir la causa y el efecto: «El derecho de autor hace que el error de propiedad y el control basado en el miedo parezcan reales. Obedecerlo es reconocerlo como real y realmente hacerlo real para ti. No es real. En realidad es bastante ridículo y esa es la verdad y esa verdad necesita decirse una y otra vez hasta que la gente finalmente la entienda». La creencia de que cualquier cosa existe fuera de una mente es un intento del ego de hacer que el error sea real en la conciencia. Si realmente vieras que el concepto de propiedad era imposible, mirarías con calma el mundo desde la Perspectiva del Espíritu Santo y sabrías que la verdad no puede estar contenida en palabras y símbolos. Pero creer que el concepto de propiedad es real está debajo de la necesidad de «rebelarse contra él» o «protegerlo y defenderlo». La claridad ve más allá de este error. Cuando Jesús pagó el impuesto del templo no estaba reconociendo el error del ego y negando la verdad del Espíritu. Cuando Jesús comió pescado y pan, no estaba reconociendo el error del ego y negando la verdad del Espíritu. Es el estado mental pacífico que reconoce la vida y el perdón al enseñar: «hermano, en tus manos vivo» y solo la perspectiva del Espíritu Santo que disipa el error de estar separado.
Tú escribiste: «Básicamente, cuando dices que hay unos derechos de autor y una marca registrada de Jesús, estás diciendo que una ilusión es real y que la libertad es una ilusión». ¿Realmente crees que la Presencia de Jesús puede tener derechos de autor o marca registrada? ¿Quién en su sano juicio afirmaría que Jesús podría tener derechos de autor o marca registrada? Sin embargo, para el ego, esta idea es creíble. La claridad ve la imposibilidad de inmediato. Diré esto nuevamente: lo que percibes es lo que crees. Si crees que alguien más está haciendo algo que tú dices que es imposible y estás dispuesto a luchar contra esa persona, entonces crees exactamente lo que dices que no crees. Así es como el ego intenta perpetuarse: le ordena a su mente ver al villano o chivo expiatorio o enemigo como alguien o algo que está fuera de su mente. Sin embargo, al intentar ver la fuente de la ira o la pérdida de libertad como causada por algo o alguien en el mundo, la creencia del ego está protegida y mantenida en la conciencia.
Tú escribiste: «Se ha abusado masivamente de los derechos de autor contra las personas». Si crees en el concepto de «abuso» del ego, percibirás el concepto como actuado en el mundo. Sin embargo, las ideas no dejan su fuente, y solo el ego puede percibir el abuso. Sin embargo, no eres un ego y se te ofrece otra perspectiva. Elige un milagro en su lugar. El curso es muy, muy claro en que el abuso es completamente imposible:
«Cuídate de la tentación de percibirte a ti mismo como que se te está tratando injustamente. Desde este punto de vista, tratas de encontrar inocencia únicamente en ti y no en ellos, a expensas de la culpabilidad de otro. ¿Puedes acaso comprar la inocencia descargando tu culpa sobre otro? ¿Y no es acaso la inocencia lo que andas buscando cuando lo atacas? ¿No será la represalia por tu propio ataque contra el Hijo de Dios lo que buscas? ¿No te hace sentir más seguro creer que eres inocente con respecto a eso y que has sido una víctima a pesar de tu inocencia? No importa cómo se juegue el juego de la culpa, alguien siempre tiene que salir perdiendo. Y alguien siempre tiene que perder su inocencia para que otro pueda apropiarse de ella y hacerla suya». (T-26.X.4)
«Dí únicamente esto, pero dilo de todo corazón y sin reservas, pues en ello radica el poder de la salvación:
Soy responsable de lo que veo.
Elijo los sentimientos que experimento y decido
el objetivo que quiero alcanzar.
Y todo lo que parece sucederme yo mismo lo he
pedido, y se me concede tal como lo pedí.
No te engañes por más tiempo pensando que eres  impotente ante lo que se te hace. Reconoce únicamente que estabas equivocado, y todos los efectos de tus errores desaparecerán». (T- 21.II.2)
Tú escribiste: «Es difícil aplicar el Curso para todas aquellas personas a las que ni siquiera se les permite obtener una copia debido a la “protección de su pureza e integridad” del Dr. Wapnick».  De nuevo, la ley de la percepción es que la mente siempre obtiene exactamente lo que quiere y pide. Tú has estudiado la Biblia. Es así de simple: «Como siembras, cosecharás» (y todo lo que parece sucederme, lo he pedido y recibo tal como lo pedí ) No hay excepciones a esto y la mente nunca se ve privada de lo que cree. ¿Te aferrarías a la creencia en el ego o la dejarías ir? ¿Cuestionarías el sistema de creencias del ego o intentarías proyectar la responsabilidad por el miedo y la ira a algo que parece ser ¿«no tú»? Esta es la elección que tienes delante. No intentes evitar mirar la elección exactamente como es.
Tú Escribiste: «La libertad no es de César, es de Dios». Esta no es tu experiencia, porque hasta que expongas y liberes la creencia inconsciente en el ego, creerás que la libertad es vulnerable y frágil, y al comprar el «cebo» del ego, deberás buscar defender y proteger su versión de «libertad religiosa.» Esto no es honesto, ya que no eres el ego y solo encontrarás la verdadera libertad al perdonar las ilusiones y aceptar la Verdad de nuestro Ser en Dios. No demores en desaprender el ego y aceptar la Expiación. Porque la voluntad de Dios es la felicidad perfecta y no se puede encontrar en el juicio y el conflicto.
Estoy abierto a ti, Santo Hijo de Dios. Ningún pensamiento del ego tiene realidad y la defensa no tiene ningún sentido. No estás obligado por las leyes del mundo, pero en esta experiencia eres invulnerable. El dominio a través del miedo es el intento de controlar el mundo. El dominio a través del amor ve que el control es imposible. Perdona y no tendrás la necesidad imaginada de atacar o defender nada. Porque el Espíritu es de hecho invulnerable. Estás simbólicamente dando tus primeros «pequeños pasos» en el auténtico Despertar. Te parecerán muy difíciles si intentas aferrarte a la postura de «sé» del orgullo del ego. Humildemente ponte dispuesto a hacer preguntas sobre lo que crees, porque el ego es profundo y la mente inconsciente es la «mente no observada». Debes estar dispuesto a estar atento a sus actitudes, pensamientos y creencias, no reprimas la ira que surge y ten la disposición a pedir ayuda del Espíritu Santo. No protejas las creencias de la Luz de sanación interna.
Si estás abierto y dispuesto, hablaré contigo. Me puedes llamar. Si lees los artículos que he compartido libremente en la web con una mente abierta, te podrían ser útiles. Sobre todo, sé honesto contigo mismo y no escondas nada del Espíritu Santo. El Espíritu Santo no tomará nada de ti y disipará el ego sólo cuando la ilusión sea llevada a la Verdad. Es hora de dejar de lado el loco intento de proyectar el error de separación al mundo, porque el mundo fue hecho para distraerse de la purificación interna y la transformación de la percepción. No busques paz en un vidrio oscuro, porque la percepción debe aclararse primero. Elimina la viga de tu percepción y verás el mundo desde la Perspectiva de lo alto. Tal es la verdadera libertad y la paz mental.
Amor y bendiciones siempre, David