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¿Cómo sucedió la separación?

Pregunta:
Entiendo que el ego es un pensamiento de error, pero dado que el amor es perfecto y es todo lo que hay, ¿cómo podría haber ocurrido que el error de un ego causara división entre uno mismo?

Respuesta:
La experiencia a la que nos guía el Espíritu Santo es la experiencia de que el error nunca sucedió en la Verdad. En sueños y alucinaciones, cosas extrañas pueden suceder. En un aparente mundo de engaño, fragmentación, distorsión y mentiras, el error puede parecer más real que la Verdad. Es por eso que el mundo de la ilusión debe ser perdonado, ya que parece ocultar la experiencia del Amor Divino. Dios, siendo Espíritu, no sabe de condenación o error. El error, siendo ego o satanás, no sabe de Dios. El Espíritu Santo mira más allá del error al Altar no contaminado, la Luz interior, y por lo tanto conduce al recuerdo del Cristo. Cristo está despierto en el Espíritu de Dios. Jesús es un ejemplo, una demostración, un cambio de camino, de Despertar a la Gloria del Espíritu y recordar a Dios. La religión parece involucrar creencias, teología, conceptos y rituales, pero la religión se describe con mayor precisión como experiencia. La paz que sobrepasa la comprensión del mundo es la experiencia en la que el error se ha disuelto por completo.
La identidad de Cristo ciertamente es la identidad en Dios. Todas las preguntas son del ego, sin embargo, el Espíritu Santo puede usar lo que hizo el ego para conducir la ilusión pasada a la Verdad. El ego pareció hacer la primera pregunta: «¿Quién soy yo?» El mundo y el cuerpo parecían estar hechos como respuesta a la pregunta de identidad, pero Dios crea a Cristo en Espíritu puro y el Espíritu es ilimitado por el tiempo-espacio. La Eternidad no puede SER circunscrita por el tiempo, y así Cristo, como Dios crea a Cristo, es Eterno e Infinito, sin ataduras por la ilusión espacio-temporal. «El Padre y Yo somos Uno» es esta la experiencia de la Realidad. «Antes de que Abraham fuera, Yo soy» podría reexpresarse como «antes de que el espacio-tiempo fuera, Yo soy». La meditación se está profundizando dentro de la mente, debajo de las nubes de la ilusión, hacia el Reino de los Cielos. Puede parecer que las nubes velan la Luz, pero lo que lo abarca todo no puede SER velado.
Llega una experiencia que acaba con todas las dudas. La verdad es verdad y solo la verdad es verdad. Al desear esta experiencia, el aparente «todo lo demás» se desvanece, porque nunca lo fue. Es imposible agregar a la perfección, porque más que la perfección es imposible. En términos simples, sin agravios uno puede ver con la Visión de Cristo - porque la vista de Cristo es todo lo que hay que ver. En términos prácticos, permite que la creencia reprimida (o error) emerja en la conciencia para que pueda liberarse para siempre. La creencia en la nada no tiene fuente y lo que no tiene fuente no tiene existencia.
Aquí hay algunos pasajes de «Un Curso de Milagros» que pueden ser útiles:
«El ego exigirá muchas respuestas que este curso no provee. El curso no reconoce como preguntas aquellas que sólo tienen la apariencia de preguntas, pero que son imposibles de contestar. El ego puede preguntar: "¿Cómo sucedió lo imposible?", "¿A qué le ocurrió lo imposible?", y lo puede preguntar de muchas maneras. Más no hay una respuesta para ello; sólo una experiencia. Busca sólo ésta y no permitas que la teología te retrase.» -UCDM (Clarificación de Términos: Introducción)
«Las ilusiones no perdurarán. Su final es indudable y eso es lo único que es seguro en su mundo. Por eso es por lo que es el mundo del ego. ¿Qué es el ego? El ego no es más que un sueño de lo que en realidad eres. Un pensamiento de que estás separado de tu Creador y un deseo de ser lo que Él no creó. El ego es un producto de la locura, no de la realidad. Es tan sólo un nombre para lo innombrable. Un símbolo de lo imposible; una elección de opciones que no existen. Le damos un nombre sólo para que nos ayude a entender que no es más que un pensamiento ancestral según el cual aquello que se ha inventado es inmortal. Más ¿qué podría proceder de ello, excepto un sueño que, al igual que todos los demás sueños, tan sólo puede terminar en la muerte?
¿Qué es el ego? El ego no es nada, pero se manifiesta de tal forma que parece ser algo. En un mundo de formas no se puede negar al ego, pues sólo él parece real. Más ¿podría el Hijo de Dios tal como su Padre lo creó morar en una forma o en un mundo de formas? Si alguien te pide que definas al ego y expliques cómo se originó, es porque cree que el ego es real e intenta, por definición, asegurarse de que su naturaleza ilusiva quede oculta tras las palabras que parecen otorgarle realidad.
Ninguna definición que se haya hecho de una mentira puede hacer que ésta sea verdad. Ni tampoco puede haber una verdad que las mentiras puedan realmente ocultar. La irrealidad del ego no se niega con palabras, ni su significado se vuelve claro por el hecho de que su naturaleza parezca tener una forma. ¿Quién puede definir lo indefinible? Sin embargo, incluso para esto hay una respuesta.
No podemos formular realmente una definición de lo que es el ego, pero sí podemos decir lo que no es. Y esto lo podemos ver con perfecta claridad. Basándonos en eso podemos deducir lo que es. Observa su opuesto y verás la única respuesta que tiene sentido.
A lo opuesto al ego, desde cualquier punto de vista -origen, efectos y consecuencias- le llamamos milagro. En él encontramos todo lo que no tiene que ver con el ego en este mundo. El milagro es lo opuesto al ego, y sólo en él podemos observar lo que era el ego, pues en él vemos lo que éste aparentemente hacía; y la causa y sus efectos no pueden sino seguir una misma cosa.
Donde antes había obscuridad, ahora vemos luz. ¿Qué es el ego? Lo que antes era la obscuridad. ¿Dónde está el ego? Donde antes estaba la obscuridad. ¿Qué es ahora y dónde puede encontrársele? No es nada y no se le puede encontrar en ninguna parte. Ahora la luz ha llegado, y su opuesto se ha ido sin dejar ni rastro. Donde antes había maldad, ahora hay santidad. ¿Qué es el ego? Lo que antes era la maldad. ¿Dónde está el ego? En una pesadilla que sólo parecía ser real mientras la estabas soñando. Donde antes había crucifixión ahora está el Hijo de Dios. ¿Qué es el ego? ¿Quién tiene necesidad de preguntar? ¿Dónde está el ego? ¿Quién necesita ir en busca de ilusiones ahora que los sueños han desaparecido?
¿Qué es un milagro? Un milagro es un sueño también. Pero si observas todos los aspectos de ese sueño, jamás volverás a dudar. Observa el bondadoso mundo que se extiende ante ti mientras caminas envuelto en mansedumbre. Observa a los ayudantes que encuentras a lo largo del camino que recorres, felices ante la certeza del Cielo y la garantía de paz. Y observa también, por un instante, lo que por fin dejaste atrás y finalmente pasaste de largo.
Esto es lo que era el ego: el odio cruel, la necesidad de venganza y los gritos de dolor, el miedo a la muerte y el deseo de matar, la ilusión de no tener hermanos, y el yo que parecía estar solo en el universo. El milagro corrige este terrible error con respecto a ti mismo con la misma dulzura con la que una madre amorosa adormece con su canto a su criatura. ¿No preferirías escuchar un canto así? ¿No contestaría ese canto todo lo que pensabas preguntar, haciendo incluso que la pregunta deje de tener sentido?
Tus preguntas no tienen respuesta, ya que han sido planteadas para acallar la Voz de Dios, la cual nos hace a todos una sola pregunta: ‘¿Estás listo ya para ayudarme a salvar el mundo?’ Pregunta esto en vez de preguntar qué es el ego, y verás un súbito resplandor envolver al mundo que el ego fabricó. Ahora no se le niega a nadie ningún milagro. El mundo se ha salvado de todo lo que tú pensabas que era. Y lo que es, ha sido siempre absolutamente puro y jamás ha sido condenado.
El milagro perdona; el ego condena. No se necesita ninguna otra definición para ninguno de ellos excepto ésta. Más ¿qué definición podría ser más cierta, o estar más a tono con lo que es la salvación? Con esto el problema y la respuesta se llevan uno al lado del otro, y al estar finalmente juntos, la elección es obvia. ¿Quién elegiría el infierno de reconocer que eso es lo que está eligiendo? ¿Y quién no seguiría adelante un poco más, cuando le ha sido dado comprender que el camino es corto y que el Cielo es su meta»? -UCDM (Clarificación de Términos: 2)                   
Amor y Paz para Siempre, David