Preguntas

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En cuanto a todos los años que pasé en la oscuridad, ¿de qué se trataba?

Pregunta:
Tengo una pregunta. Ya no consumo alcohol, ni drogas, ni como en exceso, ni juego, ni las otras cosas que solían ser yo. Hoy, después de ocho años de sobriedad, me he despertado preguntándome qué era todo eso. Esa es mi pregunta. ¿De qué se trataba? Todos esos años en los que intenté huir. De mí. Del amor. Me consumía el miedo. Hoy, al estar rodeada por el Amor de Dios, sé que estoy a salvo. Soy tan nueva en este cambio de pensamiento que a veces me da miedo. Cualquier pensamiento que quieras compartir conmigo sobre este tema será muy apreciado.
Respuesta:
El cambio puede parecer muy desorientador porque lo que parecía al revés se está poniendo rápidamente del lado correcto. La percepción a través del cristal oscurecido del ego estaba al revés y al derecho. Felizmente, las percepciones erróneas del pasado nunca pueden ser descifradas, pero pueden ser perdonadas, y se desvanecen completamente de la memoria en el Instante Santo. Piénsalo así: para recordar a Dios es necesario olvidar completamente el pasado. El pasado era el escudo contra el reconocimiento de la Inocencia Pura: el Instante Eterno Presente.
Imagina que has estado borrando una cinta de casete. Ahora que las impresiones de la condición pasada de la cinta son eliminadas, una nueva canción puede ser cantada y grabada. No hay ningún indicio de la antigua grabación en la nueva melodía. La canción feliz que trae el perdón es fresca y limpia y nítida y clara y siempre nueva.
Olvidar y recordar no son opuestos, porque para el Espíritu Santo sirven al mismo propósito. Cuando la memoria se utiliza para recordar el Presente, se retira del intento de recordar lo que nunca fue. Recordar el presente es el uso que el Espíritu Santo hace de la memoria, y no hay otro uso que tenga valor. Olvida el pasado, porque ya se ha ido.
Con gratitud y alegría, David