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Después de haber tenido una experiencia de luz, no tengo motivación para hacer nada de este mundo. ¿Cómo encuentro la paz?

Pregunta:
En 1976 tuve una experiencia que duró varios meses, en la que nada parecía real, y me preguntaba: “¿Qué es real?” Por esa época una voz en mi interior parecía decirme varias cosas, mi vida no volvió a ser la misma.

El primer mensaje que escuché fue: “Si estás ocupado pretendiendo ser algo que no eres, nunca sabrás quién eres en realidad”. Continué preguntando qué era real, viendo alrededor y diciendo, “¿esto es real, esto es real?” Y la voz dentro de mí decía:  “No, eso es una ilusión, hoy está aquí, mañana se habrá ido, ahora lo ves, ahora no lo ves”. Hasta ese momento no tenía ningún conocimiento espiritual, excepto a través de las iglesias Protestantes, Presbiterianas, Bautistas y Cristianas.

Un día después del trabajo estaba sentado en mi cama. (Había llegado a desear regresar a casa corriendo desde el trabajo, situarme en mi cama y aquietarme, ya que allí parecía  encontrar una presencia de paz, como si una luz me rodeara y mis preguntas fueran respondidas. En ese momento pensé que la presencia estaba en mi habitación). En esta ocasión en particular, después de que me dijeron que esto, luego aquello, no era real, pregunté vehementemente, "¿Entonces qué es real?" La habitación parecía llenarse de luz y esa luz parecía provenir de mi interior, el momento estaba lleno de paz y una sensación de absoluto, y esa voz  decía: "Yo soy Él y no hay otro". Bueno, en algún lugar dentro de mí, eso resonó. Llamé a la entidad Espíritu.

Durante los siguientes dos meses parecía ser lo único que era real, no podía evitar decirles a todos, “¡Somos Uno, No hay otro!” así resonaba en mi interior, a pesar de que no podía explicarlo más allá de eso. A raíz de esa vivencia empecé un viaje espiritual en el que busque a través de todas las religiones, para confirmar lo que había experimentado. El "espíritu" continuó hablando conmigo durante todo este viaje. Y fue hasta que comencé a estudiar UCDM que empecé a recibir el mismo mensaje que aquel mensaje inicial, y me hizo recordar aquel suceso, que yo había atribuido a que estaba loco y desesperado por sentirme especial y que lo había inventado yo mismo.

 Antes de que eso sucediera, no podía encontrar mi nicho en este mundo, pero desde que sucedió, no he tenido absolutamente ningún interés en nada más que en buscar lo que llamé la "verdad". Nada más parecía o parece tener un propósito, y es muy difícil para mí salir del círculo vicioso y de pensar que debería estar ocupado con esto o aquello, y con temor sintiéndome culpable por mis sentimientos, etc. Podría obligarme a hacer las cosas que tengo que hacer, como criar a mi familia, mantener mi casa ordenada y limpia, pero tengo tantas dificultades para querer hacer algo.

 Sé que los "debería" y los "tengo que" han hecho eco en mi cabeza toda mi vida, pero no he sido capaz de librarme de ellos. Todo realmente parece ser vanidad, no servir para nada. Todo lo que hago parece servir a esta ilusión, y he querido escapar de ella desde esa experiencia en 1976. ¡Ayuda! Esto está más allá de la explicación. ¿Qué perdono para encontrar la liberación? ¿Cómo regreso a la paz?

Respuesta:
Gracias por derramar tu flujo de pensamientos y por tu voluntad a perdonar y Despertar. ¡Es maravilloso! Has escuchado la Voz de Dios que te recuerda la naturaleza ilusoria del mundo. Con "Un Curso de Milagros" tienes una herramienta para entrenar tu mente a escuchar SOLO la voz del Espíritu Santo y liberar la voz de duda del ego para siempre. Al usar y practicar las lecciones de UCDM, vas a estar perdonando la creencia en la separación, la creencia en el espacio-tiempo, la creencia en una secuencia lineal de eventos separados. Experimentarás muchos milagros que colapsarán el tiempo y dejarán tu mente en paz. Entenderás y experimentarás el Propósito del Espíritu Santo, que es el reemplazo del "propósito" del ego de la muerte, la culpa, el miedo y la separación.

Has vislumbrado el nuevo Propósito del perdón, de ver la naturaleza ilusoria del cosmos, sin embargo, hasta que el "propósito" del ego esté completamente desaprendido o deshecho, parecerás vagar. Puede parecer durante este deambular que el mundo no tendrá ningún propósito en absoluto. Este es el enfoque al punto de la mente en el que ves que los caminos del mundo no conducen a ninguna parte. A medida que la mente se acerca a este punto, todo parecerá sin sentido, pero más allá del punto de la total falta de sentido está la Luz del Espíritu Santo. A medida que te unes a esta Luz, la Luz brillará a través de ti e irradiará a todo y a todos. El Espíritu Santo brilla a través de ti, alumbrando cada pedazo de oscuridad, y esta experiencia es fácil. No hay lucha o conflicto en ser, y brillar a través de uno. Es como si fueras transparente, ya que no hay objetivos personales o agendas que se entrometan.

El Espíritu Santo guía con seguridad. En toda situación aparente el juicio del Espíritu Santo dirige. Este es el juicio a través de ti más que por ti, y bajo el juicio del Espíritu Santo nunca hay pérdida para nadie. En el Propósito del Espíritu Santo nunca hay órdenes ni exigencias, solo sugerencias, instrucciones y recordatorios. Puede parecer que se resiste al llamado del Espíritu Santo, sin embargo, la demora siempre es temporal y la Expiación o Corrección es inevitable. Es por eso que este es un curso obligatorio. El perdón es inevitable, y aunque parece haber muchas formas y caminos para llegar al perdón, en contenido son todos iguales. El perdón simplemente ve lo falso como falso, y en silencio descansa en paz.

La voz de "debería" y "tener que" es del ego y estas expectativas guiadas por la culpa surgen de un falso sentido de sí mismo, un concepto de sí mismo que Dios no creó. Este concepto era falso, ya que buscaba reemplazar al Ser que Dios creó en la Perfección Eterna. Toda la frustración surge en la conciencia de pretender ser humano, y todos los roles humanos son construcciones que perpetúan esta pretensión de identidad. En el Presente, libre de las distorsiones del pasado, Eres libre en Espíritu como Dios te creó.

El perdón es no renunciar a nada para aceptarlo Todo. La Mente está unificada, y la paz y la compleción van juntas. Tú preguntaste: "¿Qué perdono para encontrar la liberación? ¿Cómo regreso a la paz?" Perdonar la creencia en el espacio-tiempo es decirle a Dios: "¡Muéstrame la Eternidad!" Perdonar la creencia en la separación es decirle a Dios: "Muéstrame la Unión de la Eternidad". Si lo dejas, El Espíritu Santo te convencerá de que el tiempo es irreal y que la Eternidad es real. No se te pide nada en verdad, porque eres Perfecto y siempre has sido Perfecto, Integro y Completo como Dios te creó. El perdón abre el camino para recordar esta Verdad.

 Amor y bendiciones, David