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¿Es cierto que nunca debería dar consejos a menos que me lo pidan? ¿Cómo curo los síntomas en mi cuerpo?

Pregunta:
¿Es cierto que nunca debería dar consejos a menos que me lo pidan, incluso si creo que sé lo que alguien más necesita escuchar? ¿Cómo curo los síntomas en mi cuerpo, como el entumecimiento de las piernas? ¿Es más difícil curarse uno mismo que a los demás?

Siempre he sido de los que se entusiasman con las enseñanzas de la verdad. Leía algo inspirador y enseguida pensaba, "tal y tal necesitan escuchar esto. Tienen un problema y esto los ayudará”. Ahora leo algo que escribes y el ego dice: "tal y tal necesitan escuchar esto" y lo envío. Pero ahora siento que estas lecciones son solo para uno mismo y deben ser compartidas solo si me lo piden. ¿Qué piensas sobre esto?

Otra pregunta más. Tengo entumecimiento en las piernas y he probado quiroprácticos, hierbas, etc., todo menos médicos. Leí sobre "no existe el cuerpo", pero ¿cómo liberamos los síntomas? Muchas gracias por estar ahí. No conozco a nadie más a quien le pueda hacer este tipo de preguntas.

Respuesta:
Mientras tú estés dispuesto a ser útil y estés abierto a que la Ayuda llegue a través tuyo, se hace evidente que todo lo que se comparte siempre es parte de tu propia lección. El Espíritu Santo ofrece ideas que son útiles y siempre le recuerda gentilmente a la mente: "Es tu lección". Los milagros son involuntarios y si descubres que estás tratando de dirigir hacia dónde se ofrecen, el ego está desviando el esfuerzo. El Espíritu Santo nunca busca arreglar o cambiar a nadie, solo aceptar a nuestros hermanos y hermanas exactamente como son (Espíritu). Esto se debe a que la mente está unificada y todos los aparentes hermanos y hermanas son una misma oportunidad para perdonar la ilusión y reconocer al Ser. Uno no es el guardián de su hermano, uno está unificado en todo lo que percibe. Como lo ves, te ves a ti mismo; como lo tratas, te tratas a ti mismo; lo que piensas de él, piensas de ti mismo. Esto se aplica igualmente al cuerpo que piensas como tuyo. La mente del ego trata de adormecer el dolor de la creencia en la separación proyectando este entumecimiento en el cuerpo. Al tú perdonar la loca creencia en la separación de Dios, el cuerpo se usa como un instrumento neutral, ya que no hay ningún intento de proyectar, rechazar o deshacerse de nada. La mente se cura al aceptar el perdón y ve la imposibilidad de ataque. La Mente está unificada y no puede atacar ni ser atacada.

Recuerda este simple pensamiento: No soy un cuerpo y mi mente no puede atacar, así que no puedo estar enfermo.

Con Amor, David