Preguntas

Pregunta:
He estado leyendo “Un Curso de Milagros” y estoy experimentando algo de confusión.

Se habla mucho de la secuencia de ataque/culpa, la cual me hace mucho sentido y estoy de acuerdo con ella en general. Mi condición particular es que he tenido parásitos que me han causado síntomas severos por varios años ya, y he probado una variedad de diferentes tratamientos herbales para intentar librar a mi cuerpo de ellos, sin éxito. Ahora, renuentemente, voy por la ruta de los antibióticos convencionales para purgarlos de mi sistema. Mi actitud hacia ellos no siempre es como me gustaría que fuera, ya que experimento directamente sus efectos a través de mi cuerpo; aunque conozco y aprecio las lecciones que he aprendido de ellos sobre paciencia, tolerancia y compasión que pueden venir con cualquier enfermedad. Mi incapacidad hasta ahora para eliminarlos de mi cuerpo, meditando en pura luz y disolviendo cualquier intención negativa que los rodeen, tampoco ha sido totalmente exitosa. Así que estoy buscando sacarlos de mi cuerpo a través de antibióticos, destruyendo los cuerpos de aquellos que quisieran permanecer. En este proceso, ha sido bastante difícil mirarlos con amor objetivo, y no estar tentado a tener una actitud algo así como destructiva. Me doy cuenta de que matar en sí es una ilusión, pero soy muy consciente de lo que Cristo habla sobre lo que nos hacemos a nosotros mismos y sobre lo que infligimos a los demás. 

Las funciones del sistema inmune, como revelan mis estudios, son muy parecidos a un ejército. Y cuando intrusos extraños (microbios, bacterias hostiles, etc.) ingresan al sistema del cuerpo y causan peligro, los diferentes aspectos del sistema inmune trabajan juntos para ponerse sistemáticamente a nivel, y en la mayoría de los casos destruir o disolver a los invitados no deseados.

Tratando de manejar mi situación y de purgarme de mis invitados no deseados, estoy intentando mantener una actitud de mayor Amor y Comprensión que me permita ver todo esto a la luz de entendimientos espirituales, como los que UCDM provee. He leído que toda enfermedad es una sola, en el sentido de que todo es un deseo de estar separados de nuestro creador. Dado que mi deseo es uno de unidad, quiero llevar esta intención a todas las cuestiones de mi cuerpo.

Respuesta:
Es cierto que nuestro deseo más profundo es el de la Unidad, porque la Creación es la Unidad Pura. El deseo más profundo de la mente dormida, por lo tanto, es Despertar y recordar la Unidad con Dios que nunca se puede romper. Aparentemente, este deseo más profundo estaba cubierto por nubes de duda y confusión, el ego, y el Despertar es simplemente ir más allá de las oscuras nubes de error hacia la Luz de la Verdad interior. El error fue tal como lo has dicho: "... toda enfermedad es una, en el sentido de que todo es un deseo de estar separados de nuestro Creador". La manera de traer la intención de unidad a todos los tratos con el cuerpo es aceptando la Expiación (perdón completo), que es el deshacimiento o disolución del ego EN LA mente. Esto requiere desaprender y liberar todo lo que aparentas creer y aprendiste sobre ti (como persona), así como el cosmos espacio-temporal. Este desaprendizaje incluye la liberación de la creencia de que existe alguna causalidad en forma o materia. Esto requerirá cuestionar la creencia en el "modelo médico" que supone que los síntomas y la enfermedad tienen un origen físico. Toda aparente enfermedad está enraizada en un sentimiento ontológico de culpa (la secuencia de ataque-culpa a la que te has referido al comienzo de tu correo electrónico) y esta culpa parece surgir de lo que UCDM llama "mentalidad errónea", que es la creencia en que hay causalidad en la materia o forma.

La aceptación de la mente sanada o del mundo perdonado podría describirse como ver que no hay nada aparte de la mente. Este cosmos es la creencia de que la Mente Divina, el Espíritu, puede "manifestar" en "lo físico", pero el Espíritu permanece para siempre como Espíritu y Eterno. El cosmos espacio-tiempo es la ilusión de las "manifestaciones físicas, temporales, efímeras, transitorias, cambiantes" y no es Realidad, porque la Realidad Verdadera es Eterna e Inmutable. El Perdón es una ilusión, ya que en la Unidad no hay nada que perdonar. Sin embargo, el perdón es la ilusión (mente sanada) que lleva más allá de la creencia en múltiples ilusiones (formas específicas) y hacia el recuerdo de Cristo y Dios (Mente Entera, Mente Divina). Los parásitos percibidos en la mentalidad errónea eran un reflejo de la creencia en la dependencia y el ataque, y esta creencia es un llamado de Ayuda, un llamado al perdón o a la mentalidad recta. Para aceptar la Corrección, la Expiación o el perdón completo, es necesario darse cuenta de que solo la mente es causal y que no hay un mundo aparte de la mente. Esto abre el camino para el recuerdo de Dios, el reconocimiento de que solo el Amor es Real.

El Perdón es una inclusión completa en la mente y, por lo tanto, la aparente liberación de cualquier fragmento de pensamiento de que cualquier cosa podría estar fuera de la mente. El concepto de parásito es algo que se alimenta de otra cosa. La mentalidad correcta ve el cuadro completo y, por lo tanto, trasciende felizmente los conceptos dualistas de competencia, conflicto, escasez y dependencia en la forma, que son el mismo error: la mentalidad errónea. No hay causalidad en la forma. Amado, si pudieras ver que todos los conceptos dualistas intentan ocultar el Amor y la Unidad de la Creación, te sanarías instantáneamente. La Voluntad de Dios es la Felicidad Perfecta, y el Despertar es la aceptación de que la Voluntad de Dios y nuestra Voluntad como el Cristo son Uno. Esta es la Unidad del Espíritu en la que no hay final ni límite alguno.

La verdadera inmunidad es la inmunidad de la mente: el perdón, porque el perdón ve la imposibilidad de ataque y defensa. En el perdón solo hay inclusión y totalidad, por lo tanto la destrucción es imposible. A medida que la mente se purga de los invitados no deseados (pensamientos de ataque), el resultado es inevitablemente una experiencia de Amor y Comprensión. Al estudiar y aplicar UCDM, enfocas tus esfuerzos en curar la causa: la mente. Nuestro "sistema de inmunidad" de la mente, que es el único sistema de inmunidad que funciona, se basa en la paz mental. La paz mental descansa en la pureza de pensamiento. Ten en cuenta que los pensamientos de ataque y los agravios son los únicos "parásitos" que se liberan, ya que no tienen lugar en nuestra  Mente Santa. Lo que se percibe como "en el mundo y aparte de la mente", es solo lo que se cree. Vale la pena el esfuerzo de cuestionar la falsa creencia en la causalidad física. La "causalidad física" es una contradicción de términos, ya que solo la mente es causal.

Estamos unidos en el mismo Propósito. Nada real puede ser amenazado. Nada irreal existe. En esto radica la paz de Dios.

Te amo por siempre, David.