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¿Es verdad que el mundo me odiará si sigo a Cristo?

Pregunta:
¿Es verdad que el mundo me odiará si sigo a Cristo? Prefiero que el mundo sienta mi paz. ¿Es la primera declaración solo un pensamiento que es verdad si lo creo? ¿No hay un lugar en UCDM que diga algo acerca de que no he aprendido mi lección final hasta que todos los que piensan en mí sientan paz? Estoy luchando querido hermano con la sensación de que he sido guiado por Cristo sólo para encontrarme a mí mismo en desacuerdo con todos los que me rodean. Por favor ayúdame a liberar mi mente.

 

Respuesta:
Parecerá que la persecución, la acusación y el ataque son reales, mientras la creencia en los pensamientos privados y las mentes privadas se les continúe dando fe. La creencia de que una idea en la Mente de Dios podría abandonar su origen y entrar a un mundo de tiempo y espacio y forma, y que un muro de carne podría contener una mente privada con pensamientos privados, todo esto surge de una creencia que es errónea. El “papel del acusador” aparecerá en muchos lugares y muchas formas y parecerá que te está acusando, pero no tener miedo te llevará al final y te dejará en paz. El reconocimiento de nuestro Ser como Cristo es el fin de los conceptos de “líder” y “seguidor”, porque Cristo es un solo Ser. Y con este reconocimiento se considera que el ataque es imposible. Porque la unidad no puede atacar ni ser atacada, siendo una. La Mente Divina es singular, y un ataque de cualquier grado es imposible en verdad. La paz no puede entrar en una mente que se percibe a sí misma en un mundo de dualidad. La paz de Dios trasciende la perspectiva personal, y verdaderamente se puede decir que Dios no hace acepción de personas. 

Lo que parece que ves y encuentras alrededor de ti son pensamientos de duda que aún no han salido a la luz. Sin embargo, “ver” a través de los cinco sentidos no es ver con la Visión de Cristo. Las imágenes parecen que te odian por seguir a Cristo, pero son testigos de la creencia en un ser pequeño. Las imágenes tienen todo el significado que el ego les dio, pero nada del ego tiene significado. Este es el punto de inflexión en el que permites el significado de “Nada de lo que veo significa nada” aparezca en la conciencia. Este es el punto de ir a la experiencia de “No hay mundo,” la idea presentada en UCDM Lección 132. Este es el misticismo, la experiencia de la Mente que no se puede explicar o describir. Lo que ahora está a la mano es el “renunciar” a nada por la experiencia de todo.

 

No hay nada fuera de ti, Santo de Dios. Encontrar a Cristo es ver la imposibilidad de la búsqueda. La búsqueda fue la enfermedad. La búsqueda fue la confusión. La paz es su propia recompensa, porque causa y efecto están juntos y nunca separados. Una Mente trasciende el concepto de partes. Cuando se acepta la sanación (Expiación) es aceptada, desaparece el concepto separado “mentes individuales.” Ese concepto ERA la confusión, porque era la creencia de que el ataque era real. Era la creencia de que la Mente podría dividirse en muchas, muchas piezas separadas. La paz y la unidad son lo mismo, y no se pueden encontrar apartadas. La paz mental es olvidar el concepto de “piezas”. 

 

La prueba de paz perfecta a la que te refieres se aplica a nuestra Mente Santa. La interpretación que les doy ahora es: la experiencia de la paz de Dios incluye a todos y a todo, porque no hay nada fuera de la Mente de Dios. Lo que reconoces como tu Ser es verdad para todos, porque Cristo lo es todo. Deja que las imágenes se alejen de tu conciencia y descansa en el amor de nuestro Padre. Nunca se puede encontrar la paz al intentar conciliar imágenes con la verdad. Deja que se desvanezcan en una oración por lo eterno. Estoy presenciando ahora lo que tú eres, toda la creación, porque nosotros somos un solo Ser. 

 

La invitación de que Cristo sea sí mismo, sigue siendo la misma. Como se afirma en la lección 189 del Libro de ejercicios de UCDM: “Haz simplemente esto: permanece muy quedo y deja a un lado los pensamientos acerca de lo que tú eres y de lo que Dios es; todos los conceptos de los que hayas aprendido acerca del mundo; todas las imágenes que tienes acerca de ti mismo. Vacía tu mente de todo lo que ella piensa que es verdadero o falso, bueno o malo; de todo pensamiento que consideres digno, así como de todas las ideas de la que se siente avergonzada. No conserves nada. No traigas contigo ni un solo pensamiento que el pasado te haya enseñado, de ninguna creencia que, sea cual sea su procedencia, hayas aprendido con anterioridad. Olvídate de este mundo, olvídate de este curso, y con las manos completamente vacías, ve a tu Dios”.

 

Amor y bendiciones. Tú eres el regalo de Dios para siempre. El fin de la duda sobre nuestro Ser es el fin de la confusión.

 

David